EL PRIMERO




Soy un niño…

Soy un niño jugando en el frente de una casa con un playmobil y una caja de fósforos

soy un niño jugando en el frente de una casa grande y soleada con un Transformers radio donde se podía escuchar los avances de cosas que aún no comprendía.

Soy un niño jugando con los prejuicios en el frente de su casa con la Pinipon de pelo rosa y la Barby descogotada de bronca.

Soy un niño jugando en el frente de su casa junto a la sombra de su madre que mira desde la ventana, dejando caer la lágrima de la incertidumbre, preguntándose que será de ese niño soñador que solo sabe jugar en el frente de la casa.

Soy solo un niño jugando entre sonrisas de madre en el frente de su casa tirado en el pasto verde mirando el cielo, buscando formas en las nubes que lo hicieran entender.

Soy solo un niño jugando en el frente de su casa con las figuritas de un álbum interminable que le daría acceso a un deseo magnífico, ser el rey de ese mundo que crecía con él.

Soy solo un niño jugando en el siempre verde al frente de su casa, subiendo estrepitosamente a esconder sus vergüenzas por querer encarnar a osito cariñosito o a la legendaria She-Ra en su batalla interminable con la sombra que lo acosaba todas las noches.

Soy un niño jugando en el frente de su casa con los últimos soldaditos que le quedaban porque muchos habían muerto en la batalla de Barby la domadora de niños.

Soy un niño perturbado en frente de su casa al ver que el sol se eclipsaba por la sonrisa inocente de un gringuito que tenia en su mano un puñado de Playmobil y dos cajas de fósforos…
jugaron todo el día a inventar historias nunca contadas en ambas comarcas,
estrategias y peleas se desataban en estos mundos colisionando entre sudor, risa y roces.

Soy un niño feliz tomando el té con alguien en mi casa sin entender que la magia se iba agotando junto al sol en su ocaso y lo inevitable sería el fin de un capítulo confuso de sudor, risa y roces

Soy un niño despidiéndose en el frente de su casa con un adiós que se perdía en diagonal cruzando la calle y agitando la mano como Niño de Cobre al final de cada capítulo.

Le dije.
chau, Diego te veo mañana.

Soy un niño esperando en el frente de su casa con un puñado de Playmobil y tres cajas de fósforos.

Lloré por no verlo mas,
Lloré por entender que había dejado de ser un niño en el frente de mi casa soleada.



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