QUÉ...

Que decir,

cuando del árbol cae la última hoja

en un zigzagueo de circunstancias que el tiempo detiene en un contacto promiscuo con la tierra.

Que insinuar,

cuando lo pornografico se manifiesta en un cruce de miradas al mediodía, y la imaginación cabalga la pelvis de un extraño que termina siendo succionado por el instinto animal de probar el húmedo jugo que se excreta a escondidas.

Que hablar,

cuando la palabra es borrada por el vacío de una mesa rectangular, que espera.

Que sentir,

cuando al estrechar la mano de un ser amado, sientes la transpiración de la desconfianza, impregnada en gotas de veneno que supura un cuerpo que ahora reconoces como extraño.

Que observar,

cuando a lo lejos te saluda la muerte con un; esta todo bien, abandona al niño que fuiste y abraza al tiempo que te arruga la piel. 

Esta bien no decir nada 

Esta bien no insinuar nada

Esta bien no hablar nada

Esta bien no sentir nada

Esta bien no observar nada

Al fin de cuentas,

somos un cúmulo de nadas encerradas en un cuerpo que aprende.

Lucha constante entre el sentir y la materialidad de una cultura prejuiciosa que se esconde en la vergüenza de los que aún, 

No saben que decir.